La llegada del verano y del buen tiempo invita a disfrutar más del ocio, de las cenas al aire libre, los paseos al atardecer, y el descanso a la fresca durante las noches estivales. Pero con los ambientes veraniegos también llegan los molestos mosquitos, que nos visitan para recordarnos que en vacaciones hay que contar con ellos.

De todos es sabido que los insectos se sienten atraídos por la luz, y al menos que estemos siempre a oscuras, y habilitemos todo tipo de barreras para evitarlos, su sed de supervivencia no los frenará. Aunque sí podemos minimizar su presencia de forma fácil y económica.

Recientes estudios realizados por las investigadoras Marianne Shockley Cruz y Rebeca Lindner, del Departamento de Entomología de la Universidad de Georgia, han comprobado que no todas las luces y por ende las bombillas atraen a los insectos por igual.

Los insectos, y entre ellos los mosquitos, tienen atracción por la luz infrarroja y la ultravioleta, ya que son una herramienta de orientación en su navegación y en el proceso de apareamiento. Este tipo de luces emiten una gama del espectro lumínico que resulta imperceptible por el ser humano.

Los experimentos llevados a cabo descubrieron que las antiguas bombillas incandescentes tradicionales son las que atraen, con gran diferencia, a un mayor número de insectos. En segundo lugar se encuentran las lámparas fluorescentes compactas, las de bajo consumo, como las de tipo fluorescente enrollado, o los tubos de neón convencionales. En tercer lugar se encuentran los focos halógenos. Y por último, las que resultan menos atrayentes para estos insectos son la bombillas con tecnología LED, estando su nivel de atracción por debajo incluso del de las lámparas anti-insectos.

Otra investigación realizada por Andy Wakefield, Gareth Jones y Stephen Harris, de la Universidad de Bristol, demostraron como el 80% de los dípteros (como son las moscas y los mosquitos) son atraídos hacia las bombillas incandescentes con filamentos, el 15% a las fluorescentes compactas y sólo un 2% a las bombillas LED, lo cual confirma las conclusiones del estudio anterior.

Pero dentro del abanico de bombillas LED debemos optar por aquellas que emiten luz cálida, pues las que son más brillantes e intensas, y que emiten luz azul, tienen un mayor índice de atracción. Las bombillas idóneas son pues aquellas con tecnología LED, que emiten luz blanca y cálida, y que emiten su luz por encima de los 550 nanómetros para ser más exactos.

A la atracción por la tipología e intensidad de la luz, los mosquitos y el resto de insectos, se sienten atraídos hacia el calor, por lo que de nuevo las bombillas LED resultan más recomendables.