bombillas led sustitución halógenas

Con la finalidad de reducir las emisiones contaminantes de CO2, y fomentar el ahorro energético, se van eliminando los antiguos sistemas de iluminación por los actuales con una tecnología más eficiente y sostenible. Así en el año 2012 desaparecieron las bombillas incandescentes, cuatro años más tarde fue el turno de los focos halógenos, y ahora le ha tocado a las bombillas halógenas.

La nueva normativa, que entró en vigor el pasado 1 de septiembre del 2018 (Reglamento UE 2015/1428 de la Comisión), y que forma parte del plan de actuación del protocolo de Kioto, obliga a los fabricantes de iluminación a dejar de producir bombillas halógenas.

Esta prohibición debía haber sido activa hace un par de años, pero la situación de un mercado no preparado para el cambio no hizo factible la transición. Con esta nueva normativa, en la Unión Europea solo se podrá comercializar iluminación Led y fluorescentes, con los que se obtiene una mayor luz pero con mucha menos energía.

No obstante, los comercios y los distribuidores podrán vender los stock que tengan almacenados hasta que agoten las existencias, aunque tendrán que darse prisa pues solo podrán hacerlo hasta finales del 2018.

Tal y como anuncia la Comisión Europea, con esta medida se alcanzará un ahorro de unos 40.000 millones de kilovatios/hora para el 2020, lo que equivale a la demanda energética de once millones de hogares aproximadamente, y lo que supone un ahorro del 15%.

Este paso obliga a un esperado y ansiado cambio a favor de la iluminación Led. Este tipo de bombillas, cada vez tienen un precio más económico, de hecho ya han bajado un 50% el precio en los últimos cuatro años, según afirma Alfredo Berges, director general de Anfalum (Asociación Española de Fabricantes de Iluminación). Y se prevé que a partir de ahora, con el aumento de la producción, esta bajada de precios sea aún mayor, según afirma la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Dentro de las ventajas de este tipo de bombillas Led, destacan el ahorro energético, ya que consumen una décima parte que las halógenas, ofrecen una mejor calidad de luz, y gozan de una mayor durabilidad, lo que supone un ahorro económico que puede llegar hasta el 90% en la factura de la luz, y puede representar entre 150 y 200 euros al año aproximadamente en función del tamaño de la vivienda, los puntos de luz y el tamaño de la familia que la habite.

A simple vista una bombilla halógena y una de Led no tienen grandes diferencias, y la sustitución de una por la otra no supone ningún tipo de complicación en cuanto a instalación se refiere, es tan sencillo como desenroscar la bombilla halógena y enroscar la bombilla de Led.